ESTADIO
DE LA POLITICA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA EN VENEZUELA Y LA PERSPECTIVA DE
CAMBIO.
RESUMEN
El
presente artículo es un análisis de la situación que se afronta en la República
Bolivariana de Venezuela para el año 2014-2015 con respecto al tema alimentario,
durante esos años el país ha sufrido duros embates en su economía tras unas
caóticas relaciones con los poderes hegemónicos de las potencias incluyendo los
grandes consorcios empresariales del mundo, esto a razón que el país, desde el
año 1999, dió un giro de forma política hacia el socialismo, desprendiéndose de
la figura keynesiana dominante, sumado a ello, las desviaciones económicas
internas han creado un desfavorable clima político que cada día se hace un
hecho común con vías a ser permanente. Esta investigación permite mostrar y
crear elementos para el estudio de la resiliencia política-económica y
encontrar diversas formas de acción en medio del escenario actual, visualizar
las perspectivas de cambio y actuar en base a ellas bajo la decisión política. El
análisis tiene pertinencia y relevancia económica, política y social como
elementos fundamentales para resignificar la seguridad y soberanía alimentaria
y poder dar cumplimiento a la Constitución Nacional y a la Ley Plan de la Patria. Aun en medio de todas las circunstancias
conflictivas, La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación, FAO, la cual es una instancia intergubernamental de las
Naciones Unidas para llevar a cabo acciones pertinentes en contra del hambre a
nivel mundial, concedió a Venezuela reconocimientos por su labor en pro de
cumplir el objetivo 1.c de los objetivos del milenio (ODM), este país logró la
reducción del hambre pasando de consumir 1800 K/cal o menos a más de 3200
K/cal, el articulo también describe las políticas empleadas por el gobierno
nacional para alcanzar tal reconocimiento. A pesar de la alta tasa de inflación, una alta masa de la población, en
particular las más humildes y la de estratos medios, tienen acceso a través de
los subsidios en los alimentos que son expendidos en las redes comerciales de
alimentos del Estado garantizando una parte de la seguridad alimentaria.
Palabras
Claves: seguridad alimentaria, soberanía alimentaria, perspectivas, resignificar.
STADIUM FOOD SECURITY POLICY IN VENEZUELA AND THE PERSPECTIVE OF CHANGE.
ABSTRACT
This article is an analysis of the situation facing the Bolivarian Republic of Venezuela for the year 2014-2015 with respect to food issue during those years the country has suffered hard blows to its economy after a chaotic relations with the hegemonic powers of powers including large business corporations in the world, that at the rate the country, since 1999, gave a policy shift toward socialism way, shedding the dominant Keynesian figure, added to, domestic economic deviations have created an unfavorable political climate that every day is a common way to be made permanent ago. This research enables display and create elements for the study of political-economic resilience and find various forms of action in the midst of the current scenario, view the prospects for change and act on them in the political decision. The analysis has relevance and economic relevance, political and social as fundamental elements to new meaning food security and sovereignty and to comply with the Constitution and the Law of the Fatherland Plan. Even amid all the conflicting circumstances, the United Nations for Food and Agriculture, FAO, which is an intergovernmental body of the United Nations to carry out appropriate actions against hunger worldwide, granted to Venezuela awards for his work towards fulfilling the goal 1.c of the Millennium Development Goals (MDGs), the country managed to reduce hunger going to consume 1800 K / cal or less to more than 3200 K / cal, the article also describes the policies employed by the national government to achieve such recognition. Despite high inflation, a high mass of the population, particularly the poorest and the middle classes, have access through subsidies on foods that are expended in commercial food webs State ensuring part of food security.
This article is an analysis of the situation facing the Bolivarian Republic of Venezuela for the year 2014-2015 with respect to food issue during those years the country has suffered hard blows to its economy after a chaotic relations with the hegemonic powers of powers including large business corporations in the world, that at the rate the country, since 1999, gave a policy shift toward socialism way, shedding the dominant Keynesian figure, added to, domestic economic deviations have created an unfavorable political climate that every day is a common way to be made permanent ago. This research enables display and create elements for the study of political-economic resilience and find various forms of action in the midst of the current scenario, view the prospects for change and act on them in the political decision. The analysis has relevance and economic relevance, political and social as fundamental elements to new meaning food security and sovereignty and to comply with the Constitution and the Law of the Fatherland Plan. Even amid all the conflicting circumstances, the United Nations for Food and Agriculture, FAO, which is an intergovernmental body of the United Nations to carry out appropriate actions against hunger worldwide, granted to Venezuela awards for his work towards fulfilling the goal 1.c of the Millennium Development Goals (MDGs), the country managed to reduce hunger going to consume 1800 K / cal or less to more than 3200 K / cal, the article also describes the policies employed by the national government to achieve such recognition. Despite high inflation, a high mass of the population, particularly the poorest and the middle classes, have access through subsidies on foods that are expended in commercial food webs State ensuring part of food security.
Keywords: food security, food sovereignty,
prospects, new meaning
INTRODUCCIÓN
Los objetivos del estudio están
referidos a visibilizar la realidad presente en el país específicamente en el
caso de la seguridad alimentaria y todas las desviaciones que históricamente
han perturbado y están perturbando la operatividad del sistema Estatal y
privado, mostrar la política organizacional que se está aplicando en Venezuela
y reflexionar sobre los elementos necesarios para garantizar la posible
soberanía alimentaria.
La violencia endémica que se
apodero del mundo después del final de la guerra fría a comienzos del año 1989
sumó a todos los países en un caos generalizado, provocando millones de muertes
a través del conflicto armado, especialmente en la forma de guerra asimétrica, Afganistán,
Sudán, Argelia, Sri Lanka, Liberia, y la cercana Colombia, entre otras, dieron paso a reciclados libretos de
intervencionismos de las potencias hegemónicas, dejando atrás el terreno como
campo de batalla empleando un nuevo teatro de operaciones, en donde la
artillería de los medios de comunicación sustituyeron las municiones, la guerra
de cuarta generación, como se le conoce, emplea formas de conflicto ya
utilizadas sobretodo en Latinoamérica desde los años 50, pero con tácticas
mejoradas, Venezuela, desde entonces, no escapa a esa realidad del concierto
internacional, acrecentándose y agudizando el conflicto después de que asumiera
el poder como presidente electo en el año 1998, Hugo Chávez Frías, quien
vendría a reconfigurar la geopolítica de la región y del mundo.
Vale destacar que Venezuela fue
uno de los seis blancos de la National Security Agency (NSA por sus siglas en
inglés) durante 2007, de acuerdo al caso de los documentos develados por el
agente de esa agencia de espionaje Edward Snowden, el cual destaca todo el
seguimiento realizado al gabinete de finanzas del país.
Después de dieciséis años de la
aplicación de políticas basadas en un denominado socialismo del siglo XXI,
Venezuela, sigue atravesando por esa forma de conflicto no invasivo, en la cual
la supremacía aplastante en el área militar estadounidense no se traduce en
conquistas territoriales, que se convierten en imposibles de gestionar
políticamente, son extremadamente costosas y mediáticamente desastrosas, es por
ello que desestabilizar la economía resulta menos desgastante y más productiva
para una potencia interesada en los recursos fundamentales para el
mantenimiento de su supremacía, principalmente el petróleo. Justifica lo
anterior, la importancia del presente análisis con la finalidad de poder
entender el hilo conductor de la situación que presenta Venezuela para el año
2015, en la denominada por el gobierno nacional como “Guerra económica”.
En esta oportunidad el tema
alimentario se ha convertido en un tema político, en un arma política, es por
ello que el gobierno nacional ha desarrollado toda una gran estructura de abastecimiento
de alimentos y protección a la garantía de la alimentación a un gran porcentaje
de la población, pero sigue con el grave problema de la producción el cual se
encuentra en su mayoría en manos del sector privado con el cual existen graves
diferencias económicas y de control que afectan el consumo nacional, más aun la
falta del desarrollo del sector agroindustrial y su sostenibilidad, son
problemas de una gran envergadura.
A la fecha, se han generado
excesivos factores especulativos en el pais, grandes mafias de control del
alimento, dedicados al acaparamiento y boicot en la distribución y una
emergente paraeconomia donde existe un control oficial de precios que es
violentado flagrantemente, y peor aún el caos general, en materia de consumo,
influyendo negativamente en la percepción política de la población hacia el Estado
y sus instituciones.
Para alcanzar los objetivos del presente estudio se
realiza una investigación documental, descriptiva, bibliográfica, y
principalmente con la experiencia de vida del autor por años de experiencia en
el sector público relacionado al sistema alimentario nacional.
LA CRISIS DE LA SEGURIDAD
ALIMENTARIA, CASO VENEZUELA. HISTORIA Y REPERCUSIONES.
1.
De
la colonia a los nuevos tiempos
Desde
la invasión europea en 1492, conocida y enseñada por la educación formal
venezolana durante años como el “descubrimiento de América” significado mutado
hoy día por el gobierno nacional, bajo razones históricas y representativas a “resistencia
indígena”, y su posterior proceso de colonización en el territorio que hoy
conocemos como República Bolivariana de Venezuela, la producción agrícola, la
ruralidad, el campesino y su campo han estado sometidos a un constante proceder
de vejaciones, al abandono de los poderes institucionales y a los desmanes de
los dueños de los medios de producción, situación que a más de 500 años no ha
variado en demasía a lo largo de tanto tiempo.
Durante
la colonia, el castigo al campo estuvo en manos del látigo inclemente
latifundista e imperial de España; cuyo mayores frutos productos del trabajo
indígena y esclavista africano, fueron a dar abundancia a Europa y sus
gobernantes, luego los sufridos y largos procesos independentistas mellaron más
aun la producción ya que la mano laboriosa del campo sufrió de nuevo los
embates del poder, unirse a la guerra o morir era la opción del campesinado en
ambos bandos del conflicto
El castigo que le imprimió la colonia
al campo venezolano, dejó como resultado un paisaje devastado, a cientos de
hombres sumidos en la gran pobreza, y las tierras en manos de pocos, lucha por
la cual al General Ezequiel Zamora le apagaron su voz de ¡ tierra y hombres
libres¡ a manos de la oligarquía imperante para la época en 1860.
Una vez
fallecido Zamora, quien pretendió generar una reforma agraria para dejar en
manos del campesinado la producción, el campesino de nuevo debió librar la
batalla de los desmanes del poder, ante una actividad productiva carente de
toda tecnificación, e imposibilitados para soportar los embates climatológicos
por falta de maquinaria y tecnología agrícola, los campesinos ponían toda su
fuerza de trabajo en función de la producción. Sin embargo, la simple voluntad
no era suficiente para llevar a cabo la producción efectiva. Para ello necesarios
eran ciertos elementos fundamentales, y ante la necesidad de proveerse de estos
elementos, incluyendo la semilla, el campesino se vio obligado, muchas veces, a
recurrir al préstamo, hipotecando así, consciente o inconscientemente, su
existencia misma al servicio de los grandes terratenientes y los factores de
poder
Durante
el siglo XIX no existía una política oficial de atención y apoyo a la actividad
agrícola, a pesar que esta era la principal actividad productiva del país, y
que todo el PIB provenía de las haciendas productivas de los campos, Sin
embargo, la oligarquía internacional ya instaurada en el país, venía haciéndose
un gran espacio en la naciente república, estableció a mediados del siglo XIX
comercios de hecho económico agrícola en puntos estratégicos, los más
productivos del territorio nacional, donde se llevaban a cabo procesos viciados
y perversos de préstamos, entrega de material, de tecnología, de materia prima
necesaria controlando de esta forma todo el ciclo productivo al cual el
campesino debía entregar los márgenes de beneficio fruto de su trabajo y en
otras críticas situaciones la totalidad de sus tierras pasaban a manos
privadas, por lo tanto el campo comenzó a dibujarse con el nombre de familias poderosas
que se debatían entre las tierras productivas y tierras ociosas destacando las
que eran utilizadas para la demostración fastuosa de su poder, haciendas para
el lujo y las negociaciones del poder, ese poder incluía el poder oficial y la
política nacional para poner a su servicio la legalidad y sus instituciones. La
semilla símbolo del poder campesino ya no le pertenecía, estaba en manos de
pocos, para hoy día en otros horizontes geográficos es un crimen poseer la
semilla que pertenece a una corporación basta con ver la perversidad de la
transgenética de Monsanto y en el caso de Venezuela Agroisleña, a cual el
gobierno del presidente Hugo Chávez desarticuló.
Ni la
llegada del siglo XX, el cual presentó las mayores transformaciones históricas
en tecnologías, nuevas formas de crisis
mundiales y promesas de desarrollo, pudieron levantar la cara al campesinado y
mucho menos enorgullecerlo, todos los factores hicieron su parte en la
destrucción del campo, del campesino y su agricultura, nuevamente de la mano de
una falta de política oficial fuerte basada en la entrega a los capitales y a
la nueva tendencia a crear empresas gigantes cuya dimensión supera a veces a
los Estados.
2.
La dictadura y el petróleo.
La entrada de un nuevo siglo,
turbulento por demás, no trajo mejores noticias para la producción del campo,
en su lugar fue sentencia de agonía para la producción nacional, el automóvil,
la industrialización, el fin de la época victoriana, el eurocentrismo, los
primeros pasos de la aviación, y una guerra de connotación mundial, entre
tantos otros adelantos científicos y hechos que dieron luz a una nueva
humanidad, marcaron una época que demarcaría un nuevo tiempo económico para
Venezuela en detrimento una vez más del campesinado.
El
desarrollo de las explotaciones petroleras fortaleció de forma exponencial el
latifundio o propiedad territorial agraria, conservando y aumentado la misma
situación que existía para las últimas décadas del siglo XIX. La entrada de la
actividad petrolera desdibujo el proceso económico imperante, tanto el gran
productor como el campesino vieron en la explotación petrolera una forma de
ganancia más lucrativa, más eficiente y menos esclavista, el fortalecimiento
del latifundio como forma de posesión de la tierra, cambiaría el sentido de la
dinámica productiva y económica de la nación; el cambio de una economía agro
productora y exportadora a una economía basada en la extracción, procesamiento
y exportación de petróleo y sus derivados, inició el paulatino e indetenible
abandono del campo, su actividad productiva y todo lo que él significaba.
Se supuso que a continuación de la
obtención de las rentas petroleras, la inversión al agroproducción alcanzaría
niveles nunca antes experimentados. Sin embargo, esto nunca sucedió. La
política económica que emergía del petróleo no tenía ningún interés en los
márgenes de la producción industrial y demás polos de desarrollo económico.
El sector geográfico más productivo
de la nación, el interior del país fue duramente castigado por estos cambios en
las facetas económicas incipientes, también fue transformada. Las zonas rurales
y más alejadas de los principales centros urbanos vieron deteriorar sus
circunstancias particulares, pues sus condiciones de vida, en especial la
atención sanitaria y educativa, se encontraban en pésimas condiciones en
comparación con la de las ciudades. Las enfermedades características de la
época en una Venezuela aun rural como el paludismo, la fiebre amarilla, la
tuberculosis y la parasitosis causaban estragos en la población. Y ninguna
política estaba direccionada a cambiar esa realidad rural; estaba en pleno
proceso el enfoque del nuevo sueño del oro, el petróleo, el oro negro, un
espejismo de la mano de las grandes inversiones transnacionales que prometía
eliminar hasta las pesadillas de los grandes terratenientes del poder político
venezolano. El campo Venezolano una vez más fue diezmado la historia volvía a
golpear el heroísmo del campesino y a la tierra, solo utilizados por los
poderes para sus intereses.
El poder trasnacional comenzó a
cobrar lo que había traído al país, el modernismo, debía ser pagado, el empleo
de la doctrina imperial era la forma de cobro, la toma del poder político era
el resultante de la combinación de los factores oligárquicos internacionales y
los seguidores internos. La entrada del nuevo siglo parecía devenir en tranquilidad política y social, cuando nuevamente
una revolución causó la caída del presidente Andrade en el año 1900, y llevo a
Cipriano Castro al poder. El gobierno de Castro tuvo serios conflictos
financieros y controversias con varias naciones extranjeras, los que culminaron
en una serie de reclamaciones el año 1902, y en el bloqueo del país por
Inglaterra, Alemania e Italia en 1903. Intervino en la contienda Estados Unidos
de América, basándose para ello en la doctrina Monroe. La disputa fue sometida
entonces al Tribunal de La Haya, y Venezuela fue condenada a pagar una
indemnización.
En 1908
hizo Castro un viaje a Europa, y durante su ausencia un golpe de estado llevó
al poder a Juan Vicente Gómez, entonces vicepresidente. La dictadura de éste
duró nada menos que veintisiete años, pues si bien en 1929 el doctor Juan
Bautista Pérez ocupó la presidencia, es bien sabido que Gómez conservaba la
verdadera autoridad y manejaba desde su finca los destinos de la nación. En
1931 tomó Gómez nuevamente las riendas del gobierno, hasta el día de su
fallecimiento, ocurrido el 17 de diciembre del año 1935. El proceso del campo
en este periodo fue cuando sufrió el cambio más significativo el petróleo
comenzó a desplazar al café y el cacao como productor de PIB.
Hacia
1945 se intenta lanzar la primera Reforma Agraria del siglo XX en
Venezuela, sin embargo, la historia parece no dejar de ser implacable con el
campo nacional, esta se ve frustrada debido al golpe militar dado a Medina
Angarita el 18 de octubre de 1945, rompiendo de esta manera el primer intento a
gran escala de una política destinada al desarrollo del sector agrícola, con la
cual se prometía inducir los cambios sociales que promovían la distribución de
la tierra como mecanismo de incorporación al proceso productivo del país a las
masas desprotegidas y marginadas que se estaban formando con los campesinos
desterrados e imposibilitados al trabajo agrícola. La Comisión Preparatoria de
la Ley Agraria de ese año, informaba que 30.500 propietarios, grandes,
medianos, y pequeños controlaban más de dos millones de hectáreas de tierras
aptas para la agricultura, excluyendo las haciendas incorporadas al patrimonio
nacional.
A la mitad del siglo XX, la agricultura se
encontraba en una importante crisis, nada había cambiado, todo había empeorado
en el campo de forma radical o sorprendente. Mientras el campesino común
quedaba excluido de todos los planes de desarrollo. En el marco de este
inminente colapso, en febrero de 1960 se lanza la Ley de Reforma Agraria, como
una política de corte populista, la cual establecía un nuevo marco legal para
el funcionamiento del sector agrícola. La ley, por una parte, establece el
Instituto Agrario Nacional (IAN), agencia adscrita al Ministerio de Agricultura
y Cría (MAC) y por otro lado, planteaba la regularización del mercado de la
tierra y una relativa redistribución de los activos de tierra y agua en beneficio
de los potenciales agricultores, y en detrimento de los propietarios
ausentistas, esto solo represento un fracaso económico y social, pero un pseudo
éxito político. Fue elaborada como un instrumento para frenar la creciente
presión social en el campo a la caída de Pérez Jiménez. A partir de 1958 había
un amplio electorado campesino carente de recursos y con grandes sueños aun, al
que había que alimentarle la esperanza y ofrecerle tierras para calmar su grito
por siglo y medio de engaños y promesas frustradas, ya se utilizaba la política
de “un hombre, un voto”, y el campesino legitimaba el populismo
Cuarenta años más de proceso “democrático” no
cambiaron la realidad del campo los partidos políticos de turno comprendieron
perfectamente el proceso histórico que vivían, y vieron en el campesino el
sujeto de cambio y de transformación de una Venezuela que apenas salía de una
dictadura atroz. Por ello, estructuró un amplio andamiaje a partir de una
mentira llamada Reforma Agraria, y cautivó los corazones de un pueblo
necesitado. La promesa de financiamiento al campo, y de entrega de tierras
ociosas a campesinos desterrados, era la política mesiánica que se necesitaba
para el momento.
La política de economía de puertos, de “es más
barato importar que producirlo aquí” se apoderó de una Venezuela inmensamente
rica en ingresos pero con los mayores índices de pobrezas mundiales, la
imitación del “estilo de vida americano” se apoderó de las mentes nacionales
esa realidad no se reflejaba en los estratos más bajos, el panorama no tuvo
mayores cambios. El paisaje agrícola mantuvo sus características generales. Aun
cuando se vivió el llamado periodo de la Venezuela Saudí, no se estableció
algún polo de desarrollo agrícola verdaderamente importante, con aportes sugerentes
al PIB. Y entre los pocos que se edificaron, la mano del campesino,
históricamente golpeado, no estaba metida.
3.
La
revolución socialista. Intenciones de cambio.
La realidad mundial para los años noventa viene
cargada fuertemente por las transformaciones tecnológicas y el reemplazo del
poder político por el poder económico subvirtiendo el orden de los intereses,
del pueblo a favor de las grandes corporaciones, las fusiones entre los grandes
del mercado capitalista vienen a generar una nueva forma de conflicto,
utilizando las máximas de la guerra de Sun Tzu, “Si
utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar
a donde vayas"”, así las empresas más poderosas se unen para aplastar al adversario y
apoderarse de la economía mundial, bien estudiados estos acoples por los
integrantes del club de Bilderberg desde los años 50.
Las fusiones vienen a ofrecer numerosas ventajas,
permiten reducir los efectos de la competencia y los neutralizan, aportan la
posibilidad de recuperar el retraso en materia de investigación y desarrollo adosándose
empresas que están en posesión de avances tecnológicos reales. Cada una de las
100 empresas globales más importantes vende más que cualquiera de los 120 países
más pobres.
Bajo este
acontecer mundial, de “florecimiento” de las grandes industrias, la
economía venezolana cayó a partir del endeudamiento que generó el país después
del "boom" petrolero en los 70. A partir de ese momento, comenzó un
debacle paulatino a medida que el Estado venezolano aumentaba su recaudación y
gastos. Esto causó una devaluación de la moneda en 1983. A partir de entonces
las políticas económicas de los gobiernos de Luis Herrera Campíns y Jaime
Lusinchi no fueron capaces de frenar las espirales inflacionarias, de
violencia, de desnutrición, de corrupción y por supuesto de la crisis del campo
productivo el cual seguía a merced de las perversiones del proceso económico
Keynesiano, el mercado se regulaba por sí mismo sin intervención efectiva del
estado, salvar a los bancos, siguió siendo más importante que invertir en el
agro todo esto genero desconfianza en
las inversiones y pérdida de credibilidad en la moneda nacional.
Algunas de las
políticas que emplearon estos gobernantes fueron controles de cambio a través
de RECADI (Luis Herrera Campins) y un control de precios (Jaime Lusinchi),
medidas que devinieron en corrupción administrativa y mercados negros de
divisas y bienes. Estas situaciones incrementaron la desinversión privada,
generando una escasez gradual. En 1988 resulta electo Carlos Andrés Pérez, con un
amplio respaldo popular el gobierno de Pérez buscó dar un cambio al liberar la
economía, a través de un programa de ajustes macroeconómicos promovido por el
Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó "Paquete
Económico", concebido para generar cambios sustanciales en la economía del
país. Se anunciaron medidas de aplicación inmediata y otras de aplicación
gradual en plazos breves. El paquete comprendía decisiones sobre política
cambiaria, deuda externa, comercio exterior, sistema financiero, política
fiscal, servicios públicos y política social. Sin embargo, la liberación de
precios y la eliminación del control de cambio generó un reajuste sumamente
brusco para las personas de menores ingresos, de nuevo el pobre era cada vez
más pobre y la brecha de las clases sociales se ampliaba exponencialmente.
Entre las medidas de mayor impacto a la población que
fueron tomadas las principales fueron: Someterse a un programa bajo supervisión
del perverso Fondo Monetario Internacional con el fin de obtener
aproximadamente 4500 millones de dólares en los 3 años siguientes, liberación
de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero hasta
un tope temporal fijado en alrededor del 30%, liberación de los precios de
todos los productos a excepción de 18 renglones de la cesta básica, incremento
no inmediato, sino gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono,
agua potable, electricidad y gas doméstico, aumento promedio del 100% en el
precio de la gasolina, aumento inicial de las tarifas del transporte público en
un 30%, congelación de cargos en la administración pública.
Se decide poner en práctica de manera inmediata el
paquete de ajuste y de medidas económicas, financieras y fiscales. El 26 de
febrero el ministerio de Energía y Minas anuncia el alza en 30% de los precios
de la gasolina y el incremento de las tarifas del transporte público urbano e
inter-urbano también en un 30% a partir del 27 de febrero, válido para los 3
meses siguientes, después de los cuales podrían aumentarse hasta el 100%. Las
medidas económicas y sociales impuestas por el gobierno y la creciente tasa de
pobreza, originaron la masacre y la ola de violencia llamada como el
"Caracazo", el cual viene a fracturar la historia de la Venezuela
contemporánea siendo la antesala de la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999 después
de un alzamiento militar en 1992 para dar paso a un nuevo ciclo de reformas en
pleno proceso.
Fue para 2001, en el marco de la concepción del
modelo de desarrollo político nacional, el socialismo, que el panorama agroindustrial
sufrió una leve transformación, decretándose la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario, cuyo objeto fue el de establecer las bases para el desarrollo rural
integral y sustentable, debido a que de esta manera se podía incrementar la
productividad de la tierra, su distribución justa y la eliminación del
latifundio.
Esta acción del presidente Hugo Chávez, lo coloca
una vez más frente a la historia de todos los hombres que han querido tener
como bandera verdaderas reformas agrarias en Venezuela, Zamora, Medina Angarita
y Chávez corrieron con la misma suerte al afrontar a las grandes oligarquías
tenedoras de tierras, Zamora asesinado, medina Angarita derrocado, Chávez desde
el 2001 año en que lanza la Ley de tierras, viviría episodios que trasformaron
la configuración política mundial
La promulgación de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario permite la creación del Instituto Nacional de Tierras, el Instituto
Nacional de Desarrollo Rural, la Corporación Venezolana Agraria, la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la
Revolución Agraria, y el Fondo de Desarrollo Agropecuario, Pesquero, Forestal y
afines. Este último, posteriormente sería liquidado para darle nacimiento a la
primera institución de apellido socialista de la revolución, el Fondo para el
Desarrollo Agrario Socialista. Todas
estas acciones llevadas de la mano con las primeras expropiaciones
intranquilizaban a los poderes facticos internacionales, desatándose una
campaña prolongada hacia el presidente y su propuesta política.
LA
SEGURIDAD ALIMENTARIA. PROCESO DE TRANSFORMACIÓN
Caracas. Abril del 2002,
Venezuela se encuentra en una situación de descontrol social motivado a que un
grupo de militares, empresarios y líderes sindicales se han puesto de acuerdo
para paralizar todas las actividades de producción, comercialización y distribución,
todo con un solo fin, buscar la renuncia del Presidente de la República Hugo
Chávez, empleando un esquema de acción que influía directamente en la
población; la paralización de la industria petrolera y la distribución de
alimentos, buscando rendir al poder político a través del pueblo por hambre, ya
que el sector empresarial tiene para
entonces, el total control de la cadena de alimentación, la producción,
la industrialización y la comercialización.
Por esta razón el Estado asume la responsabilidad de garantizar la
seguridad alimentaria con la creación del Plan Especial de Seguridad
Alimentaria (PESA), donde se conjugó el esfuerzo de empresas como CASA y PROAL,
ambas, apoyadas por la Fuerza Armada Nacional Venezolana.
Se organizó con la iniciativa del presidente Hugo Chávez al proponer la
creación de un sistema logístico, basado en la planificación de jornadas de
ventas de alimentos realizadas al aire libre en las comunidades más
desasistidas, a objeto de ofrecer alimentos bajo un esquema de precios
accesibles; de este modo, se prevenía cualquier otro intento de vulnerar el
derecho de los venezolanos y venezolanas de alimentarse y es por ello que nace
Mercados de Alimentos, CA. (MERCAL) como la primera empresa comercializadora de
alimentos del Estado
El 22 de abril de 2003, MERCAL inicia sus actividades con la inauguración
de un Mercal Tipo I realizada en el Sector Ruiz Pineda de la Parroquia
Caricuao. Este fue el primer establecimiento en aperturarse y fue dirigido por
el ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez
Frías, quien indicó que se daba inicio a la primera etapa de MERCAL, que se
constituyó en uno de los programas sociales de mayor impacto que impulsó el
Gobierno Bolivariano para garantizar la cesta alimentaría a los más
desposeídos.
En sus inicios MERCAL beneficiaba a 55.632 personas y contaba con cinco (5)
establecimientos: tres (3) Mercales Tipo I y dos (2) Centros de Acopio; sin
embargo, la revolución activó sus mecanismos para la ampliación de los puntos
de venta y al cierre del 2003, la red contaba con 1.625 establecimientos.
En ese camino para garantizar y asegurar la seguridad alimentaria, nace en
septiembre de 2004 el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación (MINPPAL)
con el principal objetivo de velar por el cumplimiento soberano, al acceso a la
canasta alimentaria, a precios justos y excelente calidad. Es así como este
organismo comienza a implementar políticas en materia de comercio, industria,
mercadeo y distribución de alimentos, a través de la regulación, formulación,
seguimiento y evaluación del Estado en este sector. En el mismo año, se
incorpora a la cartera alimentaria la Corporación de Abastecimiento y Servicios
Agrícolas (CASA), a fin de canalizar el almacenamiento de alimentos, que
permitiera manejar las reservas de una manera estratégica para los productores
en esta área. Se suman además las Casas de Alimentación, las cuales cumplirían
el papel de atender las zonas de extrema pobreza y desnutrición infantil, una
deuda más que dejaba el periodo de la llamada democracia de la IV República,
ubicándola en un 8%.
En 2005, se une la Logística CASA (Logicasa), que abre sus puertas para
encargarse de las operaciones aduanales, control de calidad, almacenamiento y
transporte de los alimentos. En 2006 surge la creación de la Superintendencia
Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos Agrícola (SADA), para garantizar el
depósito y manejo de la reserva estratégica del sector agroindustrial público y
privado. Hoy día ese organismo migró para llamarse Superintendencia Nacional de
gestión agroalimentaria (SUNAGRO) dependiendo ahora de la Vicepresidencia de
Seguridad y Soberanía Alimentaria, instancia creada por el gobierno del
presidente Nicolás Maduro para contrarrestar la denominada “guerra económica”
la cual tiene entre los principales objetivos el acaparamiento y el boicot del
sector alimentario.
En 2007 se lanza la Misión Alimentación como base ideológica de la
seguridad y la soberanía alimentaria que por muchos años estuvo a merced de los
intereses de las industrias privadas. Más tarde, en el mismo año se suma al
equipo Venezolana de Alimentos (Venalcasa), dirigida especialmente al
empaquetamiento de alimentos. Entre otras empresas se anexan Lácteos Los Andes,
Industrias Diana, el Instituto Nacional de Nutrición, Abastos Bicentenarios,
Productora y Distribuidora de Alimentos (PDVAL), Grupo Pro, Centro de Almacenes
Congelados (CEALCO), Sábilas Venezolanas (SABILVEN), y unas decenas más de
industrias y empresas asociadas.
PERSPECTIVA
DE LA ALIMENTACIÓN EN VENEZUELA. NUEVOS RETOS. REFLEXIONES FINALES.
El día domingo 16 de Junio la Organización de las Naciones unidas para la
Alimentación y Agricultura (FAO), en su sede en Roma concedió un reconocimiento
al gobierno Venezolano por lograr reducir a la mitad el porcentaje de personas
con hambre o subnutrición antes del 2015, tomando como línea el año 1990
conforme a lo establecido por la Cumbre Mundial de alimentación (CMA) de 1996 y
por la Asamblea General de las Naciones Unidas del año 2000, oportunidad en que
fueron expuestos los Objetivos de desarrollo del milenio (ODM).
Nuevamente en Junio de 2014 Venezuela recibe otro reconocimiento más por
sus logros en la alimentación, destacando el Vicepresidente ejecutivo Jorge
Arreaza, en Roma, Italia, ante el reconocimiento internacional que en el
proceso revolucionario los niños de los estratos más bajos, han alcanzado y
superado las tallas de los niños de los estratos más altos en los años 90 y la
campaña de amamantar con leche materna como el primer acto de soberanía e
independencia.
Para crear el nuevo modelo económico, que permita dejar atrás la
dependencia del modelo o de la producción rentística o del modelo rentístico
petrolero, Venezuela tiene que desarrollar eficientemente su potencial
productivo, para tener una gran economía, diversificada y sustentable
De acuerdo a lo establecido en el proyecto país la progresión hacia un
nuevo modelo de producción-logística y consumo se encuentra consagrado en el
Plan de la Patria donde se expresa que la propiedad social de los medios de
producción nos va a ir permitiendo desplazar el modelo explotador keynesiano e
ir construyendo el modelo socialista, que tiene que ver en lo económico con el
sistema primario de producción, con el sistema secundario de procesamiento, de
industrialización y con el sector terciario que es el comercio de los
productos, siendo este último el más atacado en los finales del año 2014 y
comienzos del 2015, el mecanismo perverso del acaparamiento y la especulación
ha alcanzado niveles astronómicos.
En los últimos sucesos cuando Venezuela recibe un reconocimiento por parte
de las Naciones Unidas, el sistema productivo está siendo golpeado por los
empresarios productores, quienes desde la época colonial mantienen aún el
control mayoritario de la producción y comercialización de productos, afectando de esta forma el proceso de
distribución de insumos.
El gran reto de este proceso comprende en desarrollar los elementos
esenciales para garantizar la soberanía alimentaria los cuales podemos
resumirlos en:
a. Establecimiento de planes, políticas y leyes claras para
desarrollar a corto y a mediano plazo nuevas metas productivas.
b. Declarar y establecer los medios de producción a emplear
para el aumento y desarrollo de la producción.
c. Detectar las flotas de transporte requeridas para el
procesamiento, extracción y distribución de la producción.
d. Establecer el
sector y los elementos a desarrollar con la finalidad de determinar el factor
productivo.
e. Determinar del sector agroindustrial a desarrollar con la
finalidad de surtir el mercado interno y promover exportación.
f. Continuar con la estructura de acuerdos internacionales
en varios factores, tecnologías, importaciones, empresas mixtas para su empleo
estratégico.
g. Organización de la población para asumir el carácter de
empoderamiento del proceso productivo.
h. Definir la política del almacenamiento estratégico de al
menos tres meses, de los rubros no perecederos incluyendo el control de la
semilla.
i. Reivindicar al productor y establecer verdaderas alianzas
para evitar la intermediación perversa.
j. Desarrollo de tecnologías y transferencia tecnológica al
servicio de la producción cíclica y masiva.
k. Evaluar y definir el patrón de consumo necesario para la
población y establecerlo en el sistema educativo, formativo y concientizador.
l. Lograr la exportación de rubros diversificados del agro,
para la sustitución de la monoproducción y dependencia rentística.
REFERENCIAS
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A. (comp.) (1999). Geopolítica del Caos.
Madrid-España: Temas de Debate.
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del Imperialismo. Caracas-Venezuela: Ministerio del Poder popular para la
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Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.118 Extraordinario
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Naciones Unidas para el Desarrollo. [Página web en línea]. Disponible:
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Poder Popular para la Alimentación. [Página web en línea]. Disponible:
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las Naciones Unidas para la Alimentación. [Página web en línea]. Disponible:
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Petróleos de
Venezuela. [Página web en línea]. Disponible: www.PDVSA.com [consulta 2015,
junio 4]
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