LUDOVICO SILVA. PENSAMIENTO
SOBRE EDUCACIÓN Y DESARROLLO.
José Silva Michelena. Nació
en Caracas el 12 de diciembre de 1937, Cursó estudios en el Colegio San Ignacio
de Caracas, hijo de Héctor Silva Urbano y Josefina Michelena, en Europa,
estudió filosofía, literatura y filología en España, Francia (la Sorbona) y
Alemania por cuatro años. En 1969 obtuvo el título en la escuela de filosofía
de la Universidad Central de Venezuela. Posee una extensa obra poética, fue
director del Ateneo de Caracas, Asimismo, fue fundador de la revista, Lamigal,
junto a Miguel Otero Silva, autor venezolano de gran trayectoria.
Ludovico como se le llamaba, es poco
conocido inclusive hasta en Venezuela, a pesar de ser referente a nivel
latinoamericano por sus ensayos y escritos sobre diversos temas sociales,
políticos y culturales.
Ludovico
Silva contribuyó al desarrollo del análisis crítico de las comunicaciones y las
ciencias de la comunicación en América Latina al refutar la versión establecida
del marxismo y vincular una relación dialéctica entre los marcos teóricos de la
ideología y la comunicación. Su producción académica se encuentra en los
libros, Plusvalía Ideológica (1970) y Teoría y Práctica de la Ideología (1971).
Silva
es estudioso profuso del marxismo sin ser marxista reconocido, haciendo críticas no a Marx solamente sino a
las interpretaciones que diversos autores han hecho a Marx, alegando que no
encuentra en él una verdad total en el desarrollo del materialismo dialectico.
El
autor aporta aspectos importantes cuando analiza que la ideología no es una
representación de los factores y estructuras económicos de la sociedad sino “sistema
de representaciones, creencias y valores inconscientemente impuestas a los
hombres en las relaciones sociales de la producción que en su mente funcionan
como ídolos” (1977,33).
Para
Ludovico no existe una teoría de la ideologización sin una teoría de la
comunicación, los medios de las grandes corporaciones auspiciados por potencias
generan el subdesarrollo como es el caso de los Estados Unidos y América Latina.
La ideología tiene un poder activo y permanente en el desarrollo y la cataloga
como una representación de falsas imágenes que se asumen como ídolos y responden
a valores del capitalismo.
Reconoce que los medios masivos de
comunicación son herramientas ideologizantes que trabajan para la reproducción
del capitalismo imperante, los medios inducen a asumir conductas inconscientes
para satisfacer necesidades creadas y no verdaderas.
Ludovico al igual que Ortega y
Gasset, diserta sobre la naturaleza sospechosa de las creencias más firmes de
la población, Silva cuestiona si deberíamos llamar ideas a aquellas representaciones,
creencias y convicciones que forman parte de nosotros mismos y que sin darnos
cuenta ya son órganos de nuestro sistema vital y actúan de una forma en la que nunca retaríamos su valor porque
asumimos que es así tal como lo creemos.
Esas
creencias no pertenecen particularmente a nadie; éstas existen en todas las
épocas históricas y en todas las sociedades y son la base de la acción social humana.
Silva incluye las ideas de Ortega en su argumento para reforzar su teoría de la
ideología: todo lo que se dice o se piensa en una sociedad es una ideología.
Con
respecto al progreso y desarrollo de las naciones en especial el avance de Latinoamérica
en su proceso de dependencia, ya para su época no se hablaba de subdesarrollo,
la misma está impedida por el imperialismo cultural, cuestionarían la relevancia
de los estudios de los efectos y los obstáculos epistemológicos del análisis de
la ideología y la dominación establecida por los análisis cuantitativos, asumen
el enfoque crítico de la Escuela de Frankfurt y señalarían la naturaleza alienadora
del sistema de medios de comunicación que alimenta las necesidades de un orden
capitalista anti-humano en vez de los deseos humanos.
Los
grandes medios de comunicación son los que adornan y embellecen el modelo de
sociedad así no sea el más correcto para el colectivo, pero es el que se impone
como marco de referencia del deber ser social, advertía Ludovico ya el empleo
de los medios para moldear el comportamiento de sus sociedades tanto en
momentos de calma como en momentos de crisis, durante períodos tranquilos, la
transmisión de mensajes ideológicos será subliminal, estará cubierta y
disfrazada; pero en momentos de crisis, cuando la lucha de clases esté abierta,
la ideología tomará una forma feroz, directa y explícita, en otras palabras, abiertamente
doctrinal.
El
autor no teoriza directamente sobre la educación y el progreso específicamente,
pero deja bien claro que estos dos aspectos están inmersos en la teoría ideologizante de los medios de
comunicación, La nueva preocupación sería el lenguaje a través del cual la
ideología expresa falsos panoramas y lleva a la gente a malinterpretar su
realidad social. Otros autores expusieron en la misma época de Ludovico los
funcionamientos de diferentes medios en nombre de la reproducción capital sin
importar sus lenguajes y contenidos específicos.
La
sociedad pierde su capacidad productiva para ser guiada por los medios de
comunicación masivos, y no por políticas claras del progreso y el bien común,
estableciéndose un trabajo colectivo para ganancias particulares obstaculizando
la realidad originaria de la población, influyendo de esta forma en todos los
sectores del Estado y su sociedad.
Silva
enfrentó la teoría de la ideología como un reflejo de la estructura económica y
realizo las comparaciones necesarias para demostrar que los individuos
participan, incluso de manera inconsciente, en sus propios procesos de opresión.
Dejaba
una puerta abierta al decir que ese proceso ideologizante era “reversible”
aunque no aclaraba mucho el cómo lograrlo y como una contribución a la teoría
general de la ideología, elaboró el concepto de “plusvalía ideológica” a partir
de la descripción y el análisis de la estructura económica de la sociedad.
Buena información, fue de gran ayuda. Gracias
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